Sorrento ha sido un destino turístico de renombre desde la antigüedad, de hecho ya en la época romana era un centro de vacaciones para los nobles.
A partir de 1700 sus bellezas naturales y paisajísticas cobraron aún más protagonismo gracias a numerosos pintores que plasmaron atisbos de la ciudad en sus cuadros.
El centro de la ciudad está formado por la plaza principal llamada Piazza Tasso y el largo y famoso Corso Italia, una zona peatonal donde se encuentran las mejores boutiques, heladerías y actividades relacionadas con la artesanía de la ciudad.
La pequeña calle paralela al Corso, Via San Cesareo, también está llena de tiendas que venden productos típicos como el limoncello y el chocolate.
Desde allí, con unos pocos pasos, se puede llegar a la hermosa villa municipal, con su terraza con vistas al mar que domina todo el Golfo de Nápoles, en cuyo centro se eleva el Vesubio para enmarcarla.
También destaca el pequeño Claustro de San Francesco contiguo a la terraza.
