Pompeya no deja de sorprender: el último descubrimiento en orden cronológico es el de un gran carro ceremonial pintado de rojo y cubierto con decoraciones de temática erótica, quizás destinado al culto de Ceres y Venus o más probablemente a una aristocrática ceremonia de boda.
Con cuatro ruedas, elementos de hierro, hermosas decoraciones en bronce y estaño, restos de madera mineralizada e improntas de elementos orgánicos (desde cuerdas hasta restos de decoraciones vegetales), el carro fue encontrado casi intacto en el pórtico frente al establo donde ya en 2018 se encontraba el habían aparecido restos de un caballo enjaezado.
Un "hallazgo excepcional, no sólo porque añade un elemento extra a la historia de esta casa, al relato de los últimos momentos de vida de quienes vivieron en la villa, y más en general al conocimiento del mundo antiguo, sino sobre todo todo porque devuelve un hallazgo único, nunca antes encontrado en Italia, en excelentes condiciones ".
Otro descubrimiento extraordinario tuvo lugar en Pompeya durante las excavaciones del Regio V. Los arqueólogos han sacado a la superficie un Termopolio perfectamente conservado con la imagen de una ninfa marina a caballo y animales de colores tan brillantes. Pero lo que sorprende es el hallazgo en los contenedores del Termopolio de restos de alimentos que se vendían en la calle.
De hecho, era costumbre de los pompeyanos consumir alimentos y bebidas calientes al aire libre y este descubrimiento podría ampliar el conocimiento sobre los hábitos alimentarios de la época romana.
Teniendo en cuenta el carácter excepcional de las decoraciones y con el fin de restaurar la configuración completa del lugar, ubicado en el claro en la intersección del vicolo delle Nozze d'Argento y el vicolo dei Balconi, se decidió ampliar el proyecto y completar la excavación de todo el entorno para proteger todo el contexto con una restauración adecuada.